Coloca el matraz, que contiene mármol, bajo el cloruro de hidrógeno. Cuanto más dividido esté el mármol, más rápida será la reacción y bajará el nivel de agua del tubo
Una cerilla de seguridad, de madera, arde con facilidad y se consume totalmente. Sin embargo, un trozo de leña es difícil de encender y se apaga fácilmente. Esto se debe a que la primera es pequeña y el segundo es grande.
Si los reactivos están finamente divididos, como en el caso de la cerilla, hay más superficie de contacto, es decir, más moléculas de reactivos que pueden chocar unas con otras, para romperse y formar las moléculas de los productos. Cuanto mayor sea el grado de división de los reactivos, con más velocidad se producirá la reacción.
Un trozo de leña arde con dificultad, pero si se agrupan varios trozos, cuando arde uno, arden los demás y, mientras están juntos, continúan ardiendo, aunque al separarse pueden apagarse. Por eso, aunque encender una chimenea es difícil, no lo es tanto incendiar un bosque accidentalmente. Y es que cuanta mayor cantidad de reactivos haya presente, más fácil es que las moléculas choquen causando la transformación y más rápidamente se producirá la reacción.