El shock del futuro

Cuando hace una eternidad, los mares se retiraron, arrojaron millones de criaturas acuáticas sobre las recién creadas playas, privados de su medio familiar estos seres murieron, jadeando y arañando en su ansía de un instante más de vida. Solo unos pocos afortunados, mejora adaptados para la existencia anfibia, sobrevivieron al "shock" del cambio.

Actualmente dice el sociólogo Lawrence Suhm, de la Universidad de Wisconsin, "pasamos por un período tan traumático como el que atravesaron los predecesores de la evolución humana, al pasar de criaturas marinas a criaturas terrestres (...). Los que puedan, se adaptarán; los que no puedan, perecerán en las arenas de la playa o sobrevivirán a un nivel más bajo de desarrollo".

parece superfluo afirmar que el hombre tiene que adaptarse; el hombre ha demostrado ya que figura entre las formas de vida más adaptadas. Ha sobrevivido a Dachau y Vorkuta. Ha pasado por la superficie lunar.

Estas hazañas han acarreado la idea prematura de que su capacidad de adaptación es "infinita". Sin embargo, nada podría estar más lejos de la realidad, pues, a pesar de todo su heroísmo y de toda su fuerza vital, el hombre sigue siendo un organismo biológico, un "biosistema", y todos estos sistemas operan dentro de los límites inexorables.

Alvin Toffler. Capítulo XV. Ejercicio tomado de: https://competencialectora.blogcindario.com/2013/02/00117-taller-4.html