Mi Isla

Suenan todas las sirenas de la ciudad y en la radio avisan que en vista de los últimos acontecimientos, y ya que se hallaba rodeada por todas partes, era necesario cambiarle de nombre y que de ahora en adelante no se llamaría más ciudad sino isla.

Apago la radio y subo a la terraza. Miro los alrededores y el horizonte es la inmensidad de un gran océano, al frente de la casa, todos los vecinos corren en pantaloneta y camiseta. Muchas mujeres caminan con sus bikinis ya puestos por medio calle y todos se dirigen hacia la panamericana, lo que ahora es una playa. Yo, como dormí hasta tarde, voy a tener que resignarme en ser el último en llegar. Miro por encima de las montañas que aún se ven y alcanzo a distinguir bandadas de gaviotas volando veloces para enseñarles a los antiguos manizalitas los encantos del mar.

La gente ríe, canta. Nadie llora. Las autoridades han decretado día cívico para que todos vayan a bañarse a las playas y disfruten de las maravillas.

Hoy por la noche cuando vea un lucero, le pediré otro deseo.

Wilder López. Tomado de: http://repository.ut.edu.co/bitstream/001/1032/1/RIUT-BHA-spa-2014-El%20discurso%20audiovisual%20en%20los%20procesos%20textuales%20argumentativos%20y%20propositivos.pdf